Existen muchos factores que pueden poner en riesgo la subsistencia de una empresa; ya sea desde una mala administración, falta de innovación y actualización, hasta multas y deudas importantes.
Desafortunadamente, en la firma hemos sido testigos de muchos casos en los que una multa o un problema jurídico escala a tal punto de poner en riesgo la subsistencia de la empresa, motivo por el que es de suma importancia conocer el cómo este tipo de actos pueden afectarnos y claro, cómo prevenirlos.
En esta ocasión hablaremos del peligro de las multas. Las empresas son sujetos de multas básicamente por el incumplimiento de sus obligaciones, ya sea desde el ámbito fiscal hasta uno más concreto, como lo puede ser el ambiental, económico, sanitario, entre otros; dependerá mucho de la actividad de la empresa.
Y bueno, podremos creer que la multa no es más que una sanción económica, pero la realidad es que puede acarrear consecuencias mucho más gravosas, como lo son la suspensión o clausura de establecimientos, la revocación de autorizaciones e incluso el embargo de bienes y cuentas bancarias.
Imaginemos que por no pagar en tiempo y forma una multa, la autoridad fiscal ordena el embargo de las cuentas bancarias de la empresa, por lo que esta se ve imposibilitada de pagar a proveedores y peor aún, a sus colaboradores.
O bien, como consecuencia de una sanción, la autoridad le revoca una autorización a la empresa sin la cual no puede llevar a cabo sus actividades legalmente, por lo que deberá parar sus operaciones, aunque sea por unos días; no obstante, tal situación representaría una merma económica mucho más grande que la multa en sí.
Incluso, si una empresa tiene multas sin pagar, se le impedirá refrendar la licencia de giro de su establecimiento, con lo cual se volverá sumamente vulnerable ante cualquier visita por parte de la autoridad y que, además, no podrá explotar el giro legalmente.
Ahora, esto no significa que una multa represente la perdición de la empresa, más bien, si esta no es atendida en tiempo, las consecuencias de tal omisión son las que llevarán a la quiebra al negocio.
¿Y cómo se deberían de atender este tipo de sanciones? Lo correcto es, primeramente, acercarse con un especialista en la materia, para determinar concretamente de qué tipo de multa se trata, los motivos de su imposición, la autoridad que la emitió y demás pormenores. Habiendo asentado eso, se deberá definir la estrategia a seguir, ya sea la interposición de un medio de defensa, algún tipo de trámite ante la autoridad o incluso una negociación con la misma.
El punto aquí es que existen alternativas para mitigar el problema, y que siempre se deberán atender a tiempo, antes de que se llegue a consecuencias irreversibles.
Si multaron a tu empresa o tienes algún problema con las autoridades, no te preocupes, con nosotros encontrarás el apoyo que necesitas. ¡Contáctanos! 🙌🏼
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